Durezas en los pies o Hiperqueratosis
¿Qué son? ¿Cómo tratarlas? ¿Cómo prevenirlas?
“Tengo algo duro en la planta del pie que me duele al apoyarlo”, “Me ha salido un granito entre los dedos de los pies y me duele al caminar”, “Tengo los talones agrietados”…“Tengo algo duro en la planta del pie que me duele al apoyarlo”, “Me ha salido un granito entre los dedos de los pies y me duele al caminar”, “Tengo los talones agrietados”…
Estas suelen ser las frases de muchos pacientes que acuden a nuestras consultas buscando soluciones a las molestias que sufren al caminar, y su diagnóstico es, en muchas ocasiones, las durezas o hiperqueratosis.
¿QUÉ SON LAS DUREZAS EN LOS PIES?
Las durezas o hiperqueratosis son un engrosamiento de la capa más superficial de la piel a causa de un aumento de células muertas y descamadas, causadas por la presión o roce continuado producido por un calzado inadecuado o una mala pisada.
“SE TRATA DE UN MECANISMO DE PROTECCIÓN DE LA PIEL ANTE UNA ZONA DE MÁS FRICCIÓN.”
Puede aparecer una placa de dureza más superficial o crecer hacia adentro, lo cual recibirá el nombre de heloma.
CAUSAS. ¿Por qué se producen?
A continuación, exponemos algunas de los causas más comunes por las que se producen durezas o hiperqueratosis:
- CALZADO. El calzado inadecuado con punta estrecha fomenta la aparición de durezas entre los dedos, dorso de los dedos e, incluso, en la zona más distal de estos. Esto se debe al uso de un calzado pequeño para el pie. Asimismo, también aparecerá esta lesión en la zona lateral del primer y quinto dedo, si se utiliza un calzado estrecho que oprime al pie. A su vez, el abuso de zapatos de tacón o un apoyo incorrecto del pie afectan negativamente en este aspecto.
- DEFORMIDAD. Si el paciente tiene una deformidad en el pie, como un dedo en garra o en martillo, también será propenso a poder sufrirlas, ya que producen más presión en el dorso del dedo contra el calzado o incluso en el pulpejo.
- DESHIDRATACIÓN. La deshidratación del pie es un factor que también ayuda a su aparición. Es muy frecuente en la zona de los talones.
- UÑAS. Esta acumulación de células también pueden aparecer en los canales de las uñas o debajo de ellas.
TRATAMIENTO. ¿Cómo tratar esta lesión cutánea?
- VISITA AL PODÓLOGO. En primer lugar, se debe comentar que es un error intentar tratar o cortarse las durezas uno mismo. Siempre se debe acudir a un podólogo especializado para que emplee las herramientas adecuadas y esterilizadas, y así evitar un mal diagnóstico y cortes que produzcan infecciones e inflamaciones de la piel. A su vez, comprar productos con componentes químicos (callicidas o similares) puedan dañar la piel produciendo una quemadura y macerándola.
- DIABETES. Si una persona es diabética o tiene problemas de circulación debe tener especial cuidado por las complicaciones derivadas de una mala cicatrización.
- QUIROPODIA. Este tratamiento podológico que consiste en la eliminación de callosidades y alteraciones en las uñas de los pies ayudará a tener unos pies 100% sanos y que las leves lesiones puedan agravarse.
- ESTUDIO BIOMECÁNICO. Realizando un estudio biomecánico de la pisada podemos observar los puntos de mayor presión al caminar y, con unas plantillas personalizadas, reequilibrar las presiones y poder descargar esos puntos de máxima presión del pie para evitar que aparezcan las durezas plantares.
PREVENCIÓN. ¿Cómo prevenir la aparición de durezas?
Acudir al podólogo es fundamental para evitar esta dolencia pero, en nuestras casas, también podemos intentar prevenirla si seguimos estas pautas:
Llevar un calzado adecuado es esencial para prevenir esta dolencia al igual que es muy importante cambiarse de zapatos habitualmente. Es recomendable no utilizar siempre el mismo zapato sino alternar usando diferentes tipos para que la fricción no siempre se produzca en las mismas zonas.
Mantener los pies bien hidratados, especialmente en las zonas propensas a la formación de durezas.
Secar bien los pies después de lavárnoslos teniendo especial cuidado entre los dedos.
Aplicar cremas hidratantes específicas para mantenerlos sanos. En el caso de tener durezas es beneficioso las que contienen urea, ya que este componente llega a afectar a las células de la piel promoviendo su descamación. Es importante elegir la concentración de urea adecuada para cada pie. Por ejemplo, una crema hidratante de uso médico para pies con durezas y bastante deshidratados tendría que tener una concentración del 20% al 30%, mientras que para casos más extremos sería de un 40 o 50% de urea. Por este motivo, para valorar el tipo del pie, es aconsejable acudir a un podólogo para que te pueda asesorar sobre cuál se ajusta más a tus necesidades.
Piedra pómez. Utilizar la piedra pómez para exfoliar las pieles muertas mientras nos duchamos ayudará a prevenir la aparición de durezas. Es importante hacerlo de forma superficial, y ante cualquier lesión o irritación acudir al especialista. No es un tratamiento, sino un complemento.
Acudir al podólogo al menos una vez al mes para hacer una revisión de tus pies y así detectar posibles dolencias o patologías.
NUESTROS PIES SON LOS MOTORES QUE NOS LLEVAN A TODOS LOS SITIOS Y, COMO TODOS LOS MOTORES, HAY QUE REVISARLOS Y CUIDARLOS.
CONSEJOS. ¿Cuál es el calzado más adecuado para evitar durezas?
Respecto al calzado, siempre es aconsejable comprar un zapato adecuado que tenga unas determinadas características para evitar que perjudique a nuestro pie. En este enlace os comentamos varios aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar zapatos y os dejamos otros puntos a destacar a continuación:
1. Calzado cómodo y amplio de horma que no sea demasiado duro y de puntera fina, ya que si estas características no se cumplen, el zapato generará aún más presión en los dedos y aparecerán roces y molestias. En estos casos, por ejemplo, pueden aparecer durezas entre los dedos y sobre ellos por la presión que ejerce una punta de un zapato estrecha. Por otra parte, tampoco es recomendable usar zapatos demasiado grandes que no se adecúen a nuestra talla. Por tanto, la recomendación es simple: utilizar un calzado adecuado a nuestro tamaño de pie.
2. Un buen ajuste del calzado al pie es fundamental para evitar cualquier tipo de lesión. Por este motivo, os aconsejamos utilizar zapatos con ajuste de cierre como cordones o velcro para una mejor adaptación.
3. Evita el uso de tacones. No obstante, si los utilizas lo recomendable es un tacón amplio de unos 3 o 4 centímetros, ya que cuanto más altos sean todo el peso de tu cuerpo se concentrará sobre el antepié haciendo más presión sobre él y los dedos.
4. Calzado que aporte estabilidad y que contenga contrafuertes rígidos para sujetar bien el pie, además de evitar las suelas finas para tener menos fuerzas reactivas del suelo. Esto es beneficioso para la amortiguación de impactos.
5. Además, debemos comprar zapatos que estén fabricados con materiales de calidad y con tejidos transpirables. Estos debemos alternarlos y no usar siempre el mismo para que no genere presión continuada en el mismo punto y fomentar la dureza.
En definitiva, las durezas o hiperqueratosis son una lesión cutánea muy frecuente entre nuestros pacientes. En muchas ocasiones, la podología es el tratamiento que les aplicamos, pero esto dependerá de las características de la persona y en qué estado se encuentren sus pies. No obstante, lo que sí es cierto es que esta dolencia tiene que ser tratada por un especialista para evitar así que el problema se incremente.